Los seis tipos de bitácoras mas usuales.

lunes, 30 de agosto de 2010

Bitácora N° 1 AGOSTO 24 de 2010

Era un día como cualquier otro en la universidad, miles de estudiantes de deambulaban de arriba abajo, de izquierda a derecha por los pasillos de la universidad, cientos de profesores se disponían a dar sus clases, ¡que su pongo habían de haber preparado con anterioridad!, de un momento a otro y casi de manera instantánea, el trafico estudiantil disminuyo de manera tan sorprendente que casi nunca me había fijado de aquel suceso, puesto que en muchas ocasiones también yo me encontraba haciendo parte de aquel trafico magistral. Nunca me fijaba si había harta gente o por el contrario si los pasillos de la universidad estaban solos esperando mí regreso.
Ese día la clase se realizaría en el aula 104 a las 6:00 de la mañana, se supone que iniciaríamos a la hora y el lugar acordado, ¡pero no fue así!, solo basto con la ineptitud para que nosotros (mis compañeros de clases y yo) no tuviésemos clases en dicho salón que despertaría la intriga en el profesor y en algunos de mis amigos, ya que es como un salón fantasma o una especie de espejismo creada por la información que nos arrojo registro y control al momento de matricular la materia, el salón nunca nadie lo había visto, no sabíamos si contaba con las condiciones necesarias para asistir, es más, ni el celador encargado del bloque se había percatado de que allí funcionaria el nuevo laboratorio de informática jurídica.
Una vez más el desorden institucional jugaría con los estudiantes, puesto que se llego las 6:35 de la mañana y nosotros todavía esperando poder entrar a aquel “salón”, se nos hubiese ido todo el día del 24 de agosto esperando, porque la entrada al salón nunca sedaría aquel día. ¡Y todo porque el encargado de las llaves nunca llego!
¿Entonces que hicimos? Nos toco hacer el papel del estudiante nómada, ir en busca de salón en salón, haber cuál de ellos con suerte estuviese desocupado para poder iniciar por fin y después de tantos inconvenientes lo que sería la primera clase de informática jurídica; seria el salón 240, el que en medio de su soledad nos atendería para poder desarrollar la clase que parecía que nunca tendríamos aquel día. La clase comenzó con un saludo breve del profesor quien posteriormente hizo una pequeña presentación de sus estudios académicos y de los lugares donde labora actualmente, después y sin más preámbulos intentamos abordar el mundo de la informática, para ello fue necesario hacer una definición etimológica de aquella palabra que todos mencionábamos, pero que nadie sabía que significaba, excepto el profesor quien era el único con dominio pleno con respecto al tema.
Entonces comenzamos a definir abstractamente lo que podría llegar a significar la palabra: unos comenzaron diciendo que era un lenguaje binario, otros que era lógica matemática, otros un medio de información y así sucesivamente, hasta que se llego al punto de tener una gran convergencia de palabras ¡que por cosas de la casualidad!, la gran mayoría de ellas terminaba en MÁTICA. Informática información que se espera que sea automática, conformada por la lógica y la física, el componente intangible y el tangible más conocido en el mundo cotidiano como software y hardware. Con esta y otras enseñanzas termino aquella clase, en donde pudimos sostener un dialogo bidireccional con el profesor y la clase resulto amena, a pesar de que el día había iniciado de manera desordenada.